El diseño de un buen sistema de ventilación empieza por un elemento fundamental y muchas veces subestimado: las rejillas de ventilación. Lejos de ser piezas accesorias, estas aberturas controladas permiten renovar el aire de las estancias, mantener una temperatura equilibrada y mejorar el confort general del hogar. Para que todo funcione con eficiencia, es necesario calcular correctamente las medidas de las rejillas, en función del caudal de aire que se necesita mover.
Este cálculo está directamente relacionado con la cantidad de aire que debe circular por cada habitación, dependiendo de su uso y dimensiones. No es lo mismo ventilar un salón que un cuarto de baño, ni una buhardilla con rejillas en el techo que una planta baja con ventilación cruzada. Si el paso de aire es insuficiente, el sistema pierde rendimiento; si es excesivo, puede generar ruidos y corrientes incómodas. Por eso, conocer cómo dimensionar correctamente las rejillas es clave para una climatización efectiva, eficiente y saludable.
Rejillas de ventilación con conductos de extracción: cómo controlar el caudal y optimizar la admisión de aire
Las rejillas conectadas a conductos de extracción permiten evacuar aire viciado de forma directa desde zonas críticas como cocinas o baños. Este tipo de configuración es habitual en sistemas de ventilación mecánica controlada y ofrece la ventaja de poder controlar con precisión el caudal que se extrae de cada estancia.
Sin embargo, para que el sistema funcione correctamente, no basta con extraer el aire: debe entrar aire limpio por otras rejillas de admisión. Este equilibrio es lo que asegura una buena renovación del aire. Si solo se extrae sin permitir la entrada, se genera una presión negativa que puede afectar al confort y provocar entradas no deseadas por rendijas o huecos estructurales. La clave está en diseñar un sistema de entrada y salida de aire balanceado, donde cada rejilla cumpla su función específica.
Cómo calcular el tamaño de las rejillas de ventilación según el paso del aire y el retorno
El tamaño de una rejilla de ventilación debe adaptarse al paso del aire que se quiere garantizar. Para ello, se utiliza una fórmula sencilla: cuanto mayor sea el caudal, mayor debe ser la superficie útil de paso. Las tablas de cálculo disponibles en catálogos técnicos permiten conocer la superficie necesaria en función de la velocidad de paso del aire, que idealmente debe estar entre 2 y 5 m/s para evitar ruidos y mantener la eficiencia.
También es importante considerar las rejillas de retorno, que se encargan de recoger el aire del ambiente para recircularlo o extraerlo. Estas deben tener un tamaño suficiente para evitar resistencias innecesarias en el flujo y colocarse en lugares estratégicos para garantizar una buena captación del aire.
Rejillas de impulsión: asegurar la entrada eficaz de aire dentro del espacio
Las rejillas de impulsión permiten introducir aire dentro del hogar, proveniente del exterior o de un sistema de climatización. Su instalación debe realizarse preferentemente en zonas altas, como techos o partes superiores de las paredes, para aprovechar el efecto de estratificación térmica y distribuir mejor el aire.
El tamaño debe estar dimensionado para que el caudal entre sin crear corrientes molestas, pero con la suficiente fuerza para alcanzar todas las zonas de la habitación.
Rejillas de extracción: expulsar el aire de forma eficiente para renovar el ambiente
Las rejillas de extracción cumplen la función de expulsar el aire viciado, especialmente en estancias húmedas o con mayor carga de contaminantes. Deben instalarse en puntos donde el aire tiende a acumularse, como zonas altas, y conectarse a sistemas que aseguren un flujo constante. Su tamaño debe permitir que el aire salga con la menor resistencia posible, sin comprometer el rendimiento general del sistema.
Garantizar una buena calidad del aire: un aspecto fundamental en la elección y cálculo de rejillas
La calidad del aire en el interior de una vivienda depende en gran medida del buen funcionamiento del sistema de ventilación. Y las rejillas son protagonistas clave en ese proceso. Un diseño mal ejecutado, con rejillas mal ubicadas o mal dimensionadas, puede impedir la correcta renovación del aire y generar acumulación de humedad, contaminantes o CO₂.
Para evitarlo, es fundamental mantener una ventilación constante y equilibrada. La velocidad de impulsión del aire debe estar controlada para que no se generen ruidos ni incomodidades, pero sí permita una circulación efectiva. Las zonas con mayor concentración de aire viciado, como cocinas o baños, requieren especial atención y deben contar con rejillas que permitan una extracción continua y silenciosa.
Qué se necesita para calcular rejillas según las características de la vivienda y su sistema de calefacción
El cálculo de rejillas debe adaptarse a las características específicas de cada vivienda. No es igual ventilar un piso antiguo con techos altos que una vivienda moderna y bien aislada. La cantidad de aire necesaria, las zonas de paso, la ubicación de puertas y ventanas, y el número de ocupantes influyen directamente en el diseño del sistema.
También es esencial considerar el tipo de calefacción. En viviendas con sistemas centralizados, suelo radiante o radiadores, la ventilación debe integrarse para no interferir con el reparto térmico. Una mala colocación de las rejillas puede provocar pérdidas energéticas o zonas frías innecesarias.
El siguiente paso, tras definir estas variables, es consultar con profesionales o utilizar herramientas de dimensionado específicas, para garantizar que el sistema se adapte a las necesidades reales del inmueble.
La función de las rejillas en la climatización y renovación del aire hacia el interior del hogar
Las rejillas no son solo aberturas: tienen una función precisa dentro del sistema de ventilación. Dirigen el aire hacia el interior o hacia el exterior, permiten climatizar de forma eficiente y aseguran la renovación continua del ambiente. Cuando están bien calculadas y ubicadas, favorecen el confort térmico, la salubridad y la eficiencia energética del edificio.
Un diseño correcto evita zonas muertas en la ventilación, ruidos, pérdidas de calor y problemas de humedad. Por ello, su elección debe ser coherente con la distribución del sistema completo, respetando los principios de ventilación en cascada: el aire limpio entra por zonas secas y se desplaza hacia zonas húmedas, de donde es finalmente extraído.
Qué dice el Código Técnico de la Edificación sobre el cálculo y uso de rejillas de ventilación
El Código Técnico de la Edificación (CTE) es la normativa que regula las exigencias básicas que deben cumplir los edificios en España en materia de seguridad, habitabilidad y eficiencia energética. En su Documento Básico HS3, se establece la necesidad de asegurar una ventilación adecuada mediante la introducción controlada de aire exterior y la extracción del aire interior, especialmente en locales habitables.
El cálculo de rejillas debe cumplir con los caudales mínimos establecidos por el CTE, que varían según la actividad que se desarrolla en cada estancia. Por ejemplo, los baños y cocinas tienen exigencias específicas de renovación del aire, mientras que las habitaciones y salones deben asegurar una entrada constante de aire limpio.
El cumplimiento del código no solo es obligatorio para nuevas construcciones, sino también recomendable en rehabilitaciones y reformas, ya que garantiza un entorno más saludable, seguro y confortable.