Cómo elegir un plato de ducha

El plato de ducha es una pieza clave en cualquier baño. De su elección dependerá en gran medida la comodidad, estética y funcionalidad de tu espacio de aseo personal. En este artículo te damos las claves para acertar en la compra del plato de ducha perfecto.  

Formatos de plato de duchas: de obra, autoportante o extraplano

A la hora de elegir un plato de ducha, lo primero que debes decidir es el formato, pues condicionará tanto la instalación como el espacio:

  • Los platos de obra son los que se instalan empotrados en el suelo, al mismo nivel que el resto, por lo que requieren de una obra de albañilería para su colocación. La ventaja es que dan sensación de mayor amplitud al no tener desnivel.
  • Los platos autoportantes simplemente se colocan sobre el suelo sin necesidad de empotrarlos, por lo que no precisan de obras para su instalación. Sin embargo, al situarse por encima del nivel del suelo sí que generan cierta elevación que reduce visualmente el espacio.
  • Los platos extraplanos combinan lo mejor de ambos: su superficie está ligeramente elevada sobre el suelo para facilitar el desagüe, pero la altura es mínima para que no resten amplitud al baño. Requieren solo una pequeña obra para empotrar y son fáciles de limpiar.

En definitiva, según las características de cada baño interesa decantarse por un formato u otro, valorando el espacio disponible, la necesidad de hacer obras y el efecto visual buscado. Esto marcará en gran medida la experiencia de uso del plato de ducha.

Formatos de obra autoportante o extraplano platos de ducha
Cómo elegir un plato de ducha 2

Materiales de plato de ducha: porcelana, resina o acrílico

Otro aspecto determinante a la hora de comprar un plato de ducha es elegir bien el material, pues condicionará la resistencia, el mantenimiento requerido y el presupuesto:

  • La porcelana es el material más clásico y prestigioso, pero también el más frágil y propenso a romperse por golpes o caídas de objetos pesados. Además requiere un mantenimiento frecuente con productos anti-cal para evitar las incrustaciones.
  • La resina es hoy una de las opciones más populares por ser un material muy resistente, tanto a impactos como al desgaste y rayaduras por uso continuado. También es impermeable y muy fácil de limpiar. Su punto débil son los golpes fuertes, que pueden agrietarla.
  • El acrílico es la alternativa más económica, por lo que resulta ideal para reformas low-cost. Es un material plástico ligero pero resistente al uso diario, aunque inferior en dureza a la resina o porcelana. Una buena opción temporal.

La elección del material para el plato de ducha debe sopesar la inversión inicial, la durabilidad esperada y el mantenimiento futuro necesario. Un equilibrio entre presupuesto, resistencia y estética.

Formas de platos de duchas: cuadrados, rectangulares o con formas especiales

En lo que respecta a la forma, existen varias opciones estéticas para elegir el plato de ducha:

  • Los cuadrados son los más clásicos y funcionales. Al no tener esquinas, visualmente agrandan el espacio del baño. Son ideales para espacios reducidos.
  • Los rectangulares permiten aprovechar mejor rincones y espacios estrechos, adaptándose a baños alargados. Aportan dinamismo a la estancia.
  • Si buscas originalidad, puedes optar por formas especiales como rombos, círculos o estrellas. Además de decorativos, facilitan el acceso al no tener ángulos rectos.

Sea cual sea la forma, asegúrate de que el plato cuente con la pendiente adecuada para evacuar el agua correctamente y evitar encharcamientos. Un 2-3% de desnivel suele ser óptimo.Y no olvides probarlo y verificar dimensiones antes de comprarlo. Tu plato de ducha ideal está más cerca de lo que imaginas. Elige el que mejor se adapte a tus necesidades y gustos.

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