Cada vez más cadenas y franquicias de supermercados están instalando modernos sistemas de puertas de cristal para renovar la imagen de sus establecimientos. Las puertas acristaladas aportan luminosidad, transparencia y diseño innovador a cualquier local comercial.
Pero para garantizar un funcionamiento óptimo y duradero de estas puertas, es esencial llevar a cabo un correcto mantenimiento y cumplir con las medidas de seguridad necesarias.
Entre los aspectos clave está utilizar cristales templados de alta resistencia, para soportar el tránsito intenso de personas y los posibles impactos en horas punta.
Además, las puertas correderas deben limpiarse a fondo periódicamente, tanto los cristales como los raíles, para eliminar suciedad y restos que puedan afectar al deslizamiento. Y es necesario engrasar y revisar los automatismos regularmente.
Llevar a cabo todas estas tareas de mantenimiento preventivo hará que las puertas de cristal de las empresas de alimentación funcionen de forma óptima durante muchos años, conservando intacto su diseño moderno y elegante.
Cristales templados para máxima resistencia
Lo primero es asegurarse de que los cristales están debidamente templados, sometidos a tratamiento térmico para incrementar su resistencia.
Así podrán soportar golpes fuertes o cambios bruscos de temperatura, como los que se dan en zonas refrigeradas. Son imprescindibles en puertas muy transitadas.
También existen láminas de seguridad anti-impacto o anti-rotura como protección extra. Aumentan la privacidad y dificultan accesos no deseados.
Puertas correderas con sensores para evitar atrapamientos
Las puertas correderas llevan sensores que detectan obstáculos y detienen o invierten el cierre automático si alguien se interpone, evitando atrapamientos.
Es vital mantener estos sensores limpios y bien calibrados para garantizar su correcto funcionamiento.
También se recomienda instalar gomas amortiguadoras en los laterales para minimizar el impacto.
Limpieza frecuente de raíles y cristales
Hay que limpiar frecuentemente los raíles de deslizamiento para eliminar polvo, suciedad o restos que puedan interferir en el mecanismo motorizado.
Los cristales también deben limpiarse asiduamente por ambas caras, usando productos específicos para evitar rayaduras. Un paño de microfibra es ideal.
Revisión periódica de automatismos
Para un funcionamiento uniforme a largo plazo, se aconseja engrasar periódicamente los rodamientos del motor y revisar la alineación de los componentes móviles.
Cualquier fallo en los automatismos debe ser evaluado por un técnico cualificado.
Siguiendo estos sencillos consejos, tus puertas de cristal ofrecerán un servicio impecable y seguro durante muchos años. Una inversión duradera para cualquier negocio.